CHA y PAR se enfrentan en las Cortes por el desarrollo urbanístico
Los nacionalistas se quedan solos para sacar adelante sus propuestas sobre urbanismo y capitalidad.
ZARAGOZA. Chunta Aragonesa y PAR se enfrascaron ayer en un juego de reproches y ataques personales. Todo ocurrió durante la presentación de la ley de capitalidad de Zaragoza y la de creación de la entidad metropolitana de la misma en las Cortes Aragonesas por el grupo CHA.
La Chunta presentó el proyecto de ley, en la que además pretendía incluir el abastecimiento de agua, la depuración, el tratamiento de residuos y el transporte interurbano. IU añadió una enmienda a la propuesta de la Chunta ante ”los graves problemas que se están concitando en el área metropolitana de Zaragoza y dada la ausencia de políticas públicas que coordinen el creciemiento urbano de sus municipios”. El resultado de la votación fue el solitario voto a fovor de CHA, la oposición al proyecto de PSOE y PAR y las abstenciones de PP e IU.
Adolfo Barrena (IU) fue el primero en hacer uso de la palabra, pero fue ignorado completamente por el resto de los diputados. Daba la sensación de ser un “antipasto”, como dicen los italianos, para abrir el apetito. Acto seguido, compareció Bizén Fuster (CHA), manifestando su disgusto por los resultados de la votación y por la “incoherencia” de los votos de PSOE y PAR. Reproches por aquí, reproches por allá. La explicación de los ataques estriba en los dos pactos de gobierno del PSOE: por un lado gobierna la comunidad autónoma con el PAR, mientras en el Ayuntamiento de Zaragoza el socio es la CHA. El propio portavoz popular, Antonio Suárez, cerró su comparecencia con la solución al problema: todo se solucionaría si el PP gobernase “en las dos instituciones”.
El punto álgido del enfrentamiento llegó con Javier Allué (PAR), que calificó de “torpes”a los diputados de Chunta. Dió a entender que Fuster desconocía los problemas de Zaragoza. Los mayores murmullos se escucharon cuando acusó directamente a los alcaldes de Utebo y Movera de “mangonear”; e insinuó la amistad entre ellos y el portavoz de CHA. A estas acusaciones respondió Fuster exiguiendole pruebas de lo que había manifestado.
Mientras los ánimos entre los representantes de ambas formaciones estaban realmente exaltados, los diputados de PP y PSOE leían la prensa, conversaban entre ellos, vendían cupones de lotería de Navidad o se pedían golosinas los unos a los otros; como si la cosa no fuera con ellos. Todo ello sin los miembros del equipo de la DGA que dejaron las butacas de la primera fila izquierda vacías.
La propuesta de ley quedó desplazada de la conversación parlamentaria. Finalmente fue rechazada, junto con la moción de CHA, pero la sensación que se podía sacar del acto es que estaba todo el pescado vendido antes de la sesión.
Néstor Tazueco Lamata
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