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La almendra de Néstor

Real Zaragoza

Banderitas y banderines

El último pelotazo para la conmemoración del Centenario zaragocista es la colocación de baderines en todos los autobuses de línea. Menuda actuación. Pero además, tras la presentación del nuevo escudo, los banderines llevan el viejo. Así se hacen las cosas, pero mal. Estoy espectante del próximo acto que conmueva los sentimientos de la actuación. Posiblemente, con los banderines con ruedas, se hayan duplicado los seguidores del club.

Solo una opinión, cuidado con tirar los muebles por la ventana, que nos estamos pasando.

Si os apetece conocer más sobre los actos venideros pinchar aqui.

Bonito escudo

Bonito escudo

Ya se ha modernizado el escudo del Real Zaragoza. Y me gusta mucho. Me parece más icónico, más visual, e incluso el león me inspira más fuerza. Un pequeño paso en las celebraciones del 75 aniversario, pero bien dirigido. Al césar lo que es del césar.

Sin embargo, hay que dar muchos más pasos porque durante muchos años se han dejado abandonado todos los caracteres que conforman la idea de club. El himno es anticuado y feo. Me encantaría, que al igual que han hecho otros equipos, se renovase. En Zaragoza y Aragón hay grandes músicos que podrían darle un aire espectacular y hacerlo más fácil de corear los domingos por la afición. Violadores del Verso, puede sonar descabellado, Carmen París, Amaral...

Por otro lado, la Fundación debería echar a andar ya. Los actos se van a quedar escasos. Nos merecemos mucho más que unas galas. Maná y Héroes son los dos conciertos programados como iconos de las celebraciones. Excusas. Se habrían realizado de cualquier modo. El club, simplemente, se ha subido al carro y los ha reaprovechado como Héroes del Maná para sacar las castañas del fuego. Vamos, vamos, hay que echar más carne al asador. Que la masa social es la fuerza del Zaragoza, y esta es una ocasión inmejorable para fidelizarla.

El abuelo cebolleta

El abuelo cebolleta

El Real Zaragoza cumple este 18 de marzo, 75 años.
Sin ningún tipo de duda esta es una efeméride muy significativa.

La historia de esta institución va a ser muy difundida a lo largo de estos días, ya que serán muchas las cabeceras que, dedicando su pequeño homenaje, publicarán ediciones conmemorativas especiales. Por este motivo, no pretendo aportar nada nuevo a lo que otros, auténticos expertos, han elaborado.

Mi intención es mucho más mundana. Mientras la mayor parte de los clubes de Primera División –y muchos otros de categorías inferiores- o han cumplido ya 100 años o se acercan a dicha cantidad, nuestro Real Zaragoza es uno de los más jóvenes. Por ello, es aún más relevante los logros que se han conseguido a lo largo de estos años. El cumpleañero, con ese hándicap de tener menos años, es uno de los clubes históricos de nuestra liga, ha conseguido una Copa de Ferias, una Recopa, 6 Copas del Rey y una Supercopa de España. Además de otros muchos logros: temporadas en Primera, puntos conseguidos, partidos ganados o goles marcados, el título de Liga es posiblemente el gran punto negro del club.

Sea como sea, somos un “grande” y como tal hay que sentirse y actuar. Si nosotros mismos no nos lo creemos, los demás no van considerárnoslo por nosotros. Esta grandeza no se desprende exclusivamente de grandes fichajes o del comportamiento meramente deportivo, aunque también, sino de las decisiones externas de los dirigentes. Me refiero a saber defender los intereses del Real Zaragoza. La pasividad de los dirigentes este fin de semana acatando jugar en un campo clausurado, la decisión de no denunciar la alineación indebida cuando se enfrentaron al Real Madrid o el no levantar la voz nunca ante las decisiones erróneas de los comités son comportamientos más de un neonato que de una entidad poderosa.

Este año es una oportunidad inmejorable para celebrar una auténtica fiesta a lo grande. Que la fundación sea una idea con continuidad e iniciativa, no un simple paripé para salir del paso, que se hagan grandes celebraciones, la entrada en competiciones europeas o incluso un nuevo himno moderno, comercial y atractivo deben ayudar a sacar brillo a nuestro Real Zaragoza.

Espero que todos sepamos estar a la altura de las circunstancias.

Hay que hacer mucho ruido.

Temporadas en 1ª: 52
Temporadas en 2ª: 18
Temporadas en 3ª: 5
Temporadas sin competir, G.C.E.: 3
Mejor puesto en la liga: 2º (temporada 74-75)
Peor puesto en la liga: 20º (temporada 01-02)
Clasificación histórica: 9º
Más partidos disputados: Aguado (383)
Más minutos: Aguado
Más Goles: Murillo (88)
Expulsado más veces: Aguado (18)
Mayor goleada conseguida:
En casa: Real Zaragoza 8- 1 Sevilla (1987/88), Fuera: Elche 2-7 Zaragoza (1960/61)
Mayor goleada encajada:
En casa: Real Zaragoza 1-7 Real Madrid (1987/88), Fuera: Athletic 10-1 Zaragoza (1951/52)


Palmarés

Torneos nacionales
Copa del Rey (6): 1964, 1966, 1986, 1994, 2001, 2004.
Supercopa de España (1): 2004

Torneos internacionales
Recopa de Europa
(1): 1995
Copa de Ferias (1): 1964

XAVI AGUADO: “No quiero creer que al Zaragoza no le dejen ganar la Liga”

XAVI AGUADO: “No quiero creer que al Zaragoza no le dejen ganar la Liga”

 - Usted es el jugador que más veces ha vestido la elástica del Real Zaragoza, ¿se considera un Violeta más reciente?

- No. Violeta era todo carisma. Es cierto que los dos tuvimos tres o cuatro buenas ofertas para irnos, pero al final la ciudad y el club son más importantes que el dinero. Estar a gusto en tu día a día es fundamental.

- ¿Cuál ha sido el día más feliz y el más triste como jugador del equipo zaragozista?

- El momento más feliz no ha sido al ganar ningún título, sino cuando jugamos el partido de promoción de descenso contra el Murcia y vencimos. Por el contrario, el día más triste fue el de Villarreal, que ratificó el descenso.

- ¿Cree que Cannavaro es el mejor central del mundo realmente?

- Para mi gusto son mejores Maldini o Puyol, aunque está claro que Cannavaro es un grandísimo jugador.

- Hábleme de algunos grandes momentos que recuerde dentro o fuera del vestuario como jugador.

- Hay muchos grandes momentos, pero los dos días de la Recopa, con las cenas y la convivencia, fue un momento muy íntimo, sin prensa, que no olvidaré nunca. Mi homenaje, cada vez que lo recuerdo me emociono. He hecho grandes amigos durante esta etapa de mi vida. El día del 1-5 al Madrid “galáctico” en el Bernabéu fue enorme, recuero a Milosevic diciendo: “Mirad mucho el marcador”. Sin embargo, el día del 3-6 con el Barcelona y Rafa Guerrero fue horrible, tampoco lo olvidaré nunca.

- ¿Cuál ha sido el mejor entrenador que ha tenido y le habría gustado ser dirigido por alguno que no haya tenido?

- Me habría encantado haber trabajado con Jorge Valdano, pero de los que he tenido como entrenador, por supuesto Víctor Fernández, y Juanma Lillo han sido los mejores.

- ¿Qué gol recuerda como el más importante que haya conseguido?

El de la final de la Copa del Rey contra el Celta en Sevilla, que abrió la cuenta que nos permitió conseguir el título.

- El fútbol ha cambiado mucho, pero a nivel de los salarios de los jugadores sobre todo, ¿recuerda sus primeros contratos como profesional?

- En 1988, cuando firmé el primer contrato como profesional con el Sabadell, cobraba cuatro millones de pesetas, al año siguiente subió a seis y en 1990 cuando fiché por el Real Zaragoza firmé por diez. Sin embargo, “considero una fortuna poder elegir el camino que quieres.”

- ¿Qué opina del actual arbitraje de la Liga española?

- Creo que afecta mucho que los árbitros no sean profesionales. Siempre existirán los errores, porque son humanos, pero si pudiesen dedicarse solo a esto el nivel sería mejor. También creo que podrían aplicarse las nuevas tecnologías al arbitraje o se podrían intercambiar con los de otros países.

 - ¿Le habría gustado jugar con la selección?

- Sí, me queda de no haber jugado con España porque ha habido jugadores de mi nivel que sí han ido. Javier Clemente tenía un grupo muy fijo. Además, en mi época había centrales de mucha calidad: Abelardo, Hierro, Nadal... Recuerdo que con Camacho sí hubo una ocasión en la que estuve a punto de ir, pero al final no fue así.

- ¿Cree que la enemistad entre Óscar Flé y Villar influye en el Real Zaragoza y se le dificulta que pueda aspirar a ganar la Liga?

- Lo que es cierto es que Villar tiene muy controlados los estamentos que votan para elegir al presidente de la FEF (Federación Española de Fútbol). Lo sé porque me lo ha contado gente que está metida en estos estamentos. Sin embargo, no quiero creer que al Zaragoza no le dejen ganar la Liga. Sinceramente espero que lo de Flé y Villar no repercuta.

- Por último, ¿echa de menos ser futbolista?

No, no tengo la necesidad de la vida del futbolista. Ahora me dedico a mi familia y mis negocios y con eso estoy

Victorioso Fernández: el dandy de Torrero

Victorioso Fernández: el dandy de Torrero

Víctor Fernández, entrenador del Real Zaragoza, es uno de los técnicos nacionales e internacionales que mejor “jogo bonito” hace practicar a sus equipos. Esta popular expresión –desde el mundial de Alemania- identifica el juego de los equipos con una neta visión ofensiva, con jugadores de gran calidad técnica y juego sin balón. El míster de Torrero se ha caracterizado siempre por sus tácticas descaradas, que le han llevado a su corta a edad de 47 años a ser el sexto técnico con más partidos disputados en Primera División. Con sus 500 encuentros dirigidos, se sitúa dentro del club de los Luis Aragonés, Irureta y compañía.

En su primera etapa en el Real Zaragoza (1990-97), con tan solo 31 años, escribió con letras doradas varias de las hojas de la historia del club. Tras haber sido segundo de Radomir Antic, y con claras influencias en su concepción del fútbol de Arrigo Sacchi, salvó al equipo del descenso a Segunda con un 5-1 en casa contra el Murcia. Este partido marcó un hito. Un estadio lleno hasta la bandera vibró aquella noche en la que Alfonso Soláns Soláns entregó las riendas del equipo a aquel joven trajeado, elegante y apuesto, que gesticulaba continuamente desde la zona técnica. A partir de aquel momento comenzó el nacimiento de un bloque humano que aglutinó a grandes jugadores como Aguado, Pardeza, Poyet, Esnaider, Darío Franco, entre otros muchos, y que culminó con el gol del siglo de Nayim. Víctor se convirtió en el dandy del banquillo: elegante en sus formas y en su gusto por el buen fútbol.

Esta temporada, con el regreso del hijo pródigo a La Romareda, ha protagonizado uno de los casos más excepcionales del mundo del balompié con la firma de un contrato por cuatro temporadas de duración. En una dinámica en la que muchos de sus compañeros de profesión no concluyen ni una campaña, resulta singular la confianza depositada en él por la nueva directiva formada por Agapito-Bandrés para que dirija el proyecto deportivo de la entidad.

Sin embargo, esta confianza no es gratuita. Víctor ha demostrado siempre su zaragocismo allí donde ha estado. Nunca ha ocultado su identificación con el club y con su ciudad natal. El míster ha regresado al equipo de su corazón. Llegó como se fue: entre lágrimas, y esperemos que no sea la última vez que se las veamos, pero que sean de alegría y en la Plaza España.

Si no había vuelto antes al Real Zaragoza, no era por motivos ni económicos ni deportivos, sino por la enemistad acérrima que se profesaba con el anterior presidente, Alfonso Soláns. Así, con la venta este verano del club, las puertas para el regreso del dandy de Torrero se abrieron de par en par.

La afición está completamente volcada con su entrenador, con su equipo y con el “tiki-taca” que desarrollan. Con un Valencia catenatizado, un Madrid que hace bostezar y un Barcelona en horas bajas, solo el Sevilla o el Getafe pueden competir con el fútbol descarado, abierto y ofensivo del nuevo “Zarasil”. De hecho, el pasado partido disputado en el Municipal entre el Zaragoza y el Sevilla ha sido hasta el momento el mejor cóctel de fútbol que se ha vivido este año en la Liga de las Estrellas.

Su carácter afable, su cercanía –que como se oye en las gradas cada domingo, es de aquí-, su identificación con el club y su capacidad de trabajo, hacen que la ilusión haya regresado a una afición muy necesitada de ella.

Sus 500 partidos en la elite del fútbol y sus copas quedan como una simple anécdota al ver como en cada partido lanza a sus hombres a por la victoria. A pesar de pertenecer a uno de los clubes más selectos: el de los diez entrenadores con más partidos en Primera -aunque actualmente es el único de todos ellos que tiene equipo-, continúa con las mismas ganas que cuando debutó allá por el año 1991 sustituyendo a Ildo Maneiro. Desde ese momento, se escribió una historia que todos esperamos sea interminable.

Víctor, tú sí eres profeta en tu tierra. La parroquia está contigo. Guía a tu rebaño a unos nuevos Parques Elíseos de un nuevo París.

 · Murcia, el comienzo de la Recopa:

Como en más de una ocasión ha expresado la generación de jugadores que jugó la promoción en 1991 contra el Murcia, incluido el propio Víctor Fernández, este fue el partido más emotivo de su carrera. Aunque pudiera parecer más importante el título de la Recopa del 95, muchas veces ha dicho Víctor que “contra el Murcia nació el gran equipo que con la final de la Recopa comenzó a morir”. Sea como sea, lo que nadie podrá discutir nunca es que en sus ocho temporadas como entrenador del equipo zaragozista se ha convertido en el más laureado de la historia del club.

 · Un hombre de pocas novias:

A pesar de su gran cantidad de encuentros al más alto nivel, Víctor siempre ha preferido los proyectos de larga duración a los retos puntuales. Por ello, mientras otros entrenadores con menor número de partidos dirigidos son auténticos trotamundos, el zaragozano se ha sentado únicamente en los banquillos del Real Zaragoza (8 temporadas), Tenerife (10 partidos), Celta (4 temporadas), Betis (2 temporadas) y Oporto (media campaña), demostrando su calidad en el trabajo donde se le ha permitido.

 · Títulos:

-         Nacionales:

o       Copa del Rey                      1994           Real Zaragoza

o       Supercopa                      2004           Oporto

-         Internacionales:

o       Recopa                      1995           Real Zaragoza

o       Intertoto                      2000           Celta

o       Intercontinental           2004           Oporto